En un mercado cada vez más complejo y competitivo, las organizaciones deben encontrar la forma de optimizar sus recursos y generar un ahorro que les permita enfrentar diversos escenarios.
Al respecto, la autogestión permite a las empresas aprovechar al máximo el potencial de cada trabajador, lo que se traduce en una mayor rentabilidad para el negocio.
Básicamente, siguiendo los siguientes consejos:
Evalúa las áreas y los colaboradores que trabajan en ellas. Un equipo autogestionado debe tener personas con distintas habilidades y conocimientos, que puedan complementarse entre sí.
La tecnología se volvió un factor clave para la supervivencia de empresas por la pandemia. Al respecto, temas como la ciberseguridad o las plataformas cloud se han vuelto pilares estratégicos en la actualidad.
Ahora bien, para que la incorporación de tecnología genere un ahorro en la empresa es necesario que obedezca a objetivos específicos, previo análisis de los procesos específicos de cada área -como evaluaciones de desempeño- y aquellos de carácter macro, como remuneraciones.
Una empresa no se autogestiona de la noche a la mañana. Para evitar errores, es recomendable comenzar con labores pequeñas o muy concretas. Luego, dependiendo del rendimiento -y de las cargas de trabajo- será posible aumentar las tareas autogestionadas.
Genera espacios de discusión, conoce más a los trabajadores de tu empresa e interésate por los problemas que enfrentan a diario. Una buena comunicación es la base de la motivación laboral y, por ende, de los buenos resultados.
Para que sea más fácil y ordenado, puedes ordenar los proyectos o las cargas de trabajo dependiendo de la capacidad de autogestión que exista en determinadas áreas o departamentos. De esta forma, será más fácil saber cuáles son viables y en cuáles será necesario replantear los requerimientos.
Ya seccionaste tus proyectos, ahora identifica las tareas clave -como contactar con nuevos proveedores o gestionar las contrataciones- y acomódalas en un orden jerárquico.
Para evitar un colapso, es recomendable establecer prioridades, identificando -y diferenciando- tareas urgentes, importantes y aquellas que puedes dejar en un segundo plano. Si comienzas a coleccionar pendientes, decrecerá tu rendimiento y te verás en aprietos. ¡No olvides delegar tareas!
Autogestionar los procesos cotidianos es la base del ahorro. En ese sentido, es indispensable aprovechar al máximo las habilidades de todos los colaboradores, y estimular el desarrollo constante a través de programas de capacitación.
Así, los trabajadores de tu empresa no solo podrán potenciar su desarrollo profesional, sino que tu negocio contará con personal cada vez mejor calificado, siendo capaz de abordar de forma interna diversos procesos del cotidiano.
51% de los trabajadores chilenos reportó afectaciones en su salud mental durante el 2020.
Por eso, y aunque la autogestión es importante, la salud mental lo es aún más. Al respecto, procura no sobre exigirte -ni a los trabajadores de tu empresa-, establecer pausas entre tus tareas del día y lo más importante: descansa, el tiempo de ocio es tan valioso como el que destinas a producir.
A la hora de comenzar a autogestionar tu negocio, existen algunas herramientas que te serán de gran ayuda:
Buk es el software integral de RRHH que necesitas en tu empresa. Remuneraciones, control de asistencia, beneficios, permisos y todo lo necesario para optimizar los procesos en torno al capital humano de tu negocio lo encuentras en esta plataforma.