Aprendizajes de la charla dada por Marcos Westphalen en People Day.
La IA lo está cambiando todo, aunque aún no entendemos completamente su potencial, muchos líderes se preguntan cómo pueden usar la inteligencia artificial a su favor dentro de las organizaciones, pero no tienen muy claro ¿para qué?
Lo que debemos considerar es que la verdadera promesa de la IA es realizar cosas que nosotros no podemos hacer.
Para Bill Gates la IA es una de las tecnologías más disruptivas que ha visto en su vida, ya que promueve el cambio, sin embargo, no todos creen en ello. Y somos muchos a los que nos cuesta y por eso lo descartamos.
Actualmente estamos en una crisis de productividad: desde hace 50 años que no se observan mejoras en las personas en un nivel más empresarial, por lo que la pregunta que debemos hacernos es ¿nos están ayudando estos avances tecnológicos?
A mayor tecnología no tenemos un mayor índice de productividad, por lo que la respuesta está en la forma en que se lidera desde las organizaciones.
Liderar es mucho más complejo que definir la estrategia, sobre todo en este contexto de un mundo cada vez más complejo. Según Gallup, el 85% de los colaboradores en las empresas no está comprometido con el trabajo. Y, por otro lado, las empresas con un elevado nivel de engagement de sus trabajadores son un 21% más rentables.
Indra Nooyi tiene una frase que se adapta perfectamente a este tema y es: “El rol fundamental del un líder es encontrar la manera de moldear las décadas futuras, no sólo reaccionar al presente, y ayudar a otros a aceptar su disconformidad ante la disrupción del status quo”.
Y agrega que la tarea de un líder es decepcionar de manera progresiva.
“Un líder debe tomar decisiones difíciles: no hay un lado A sin un lado B. Un lado B tiene que ver con el manejo de múltiples presiones”.
Innovar es un dilema estratégico, quiere decir dejar atrás lo viejo para dar paso a lo nuevo, liderar incluye que no podamos hacer a todos felices.
Entonces, ¿por qué fallan los procesos de cambio? No solo por falta de empatía, también es porque nos falta alguno de estos elementos: visión, incentivos, habilidades, recursos y un plan de acción.
El enorme desafío de los líderes actualmente es nada más y nada menos que: construir mejores organizaciones.
Esto quiere decir que:
Generalmente, volviéndonos internamente más complicados o sumando recursos. Pero, ¿y si apostamos por la colaboración? Ésta es la que multiplica esfuerzos. Esto podemos hacerlo premiando la colaboración.
Una frase final que puede ayudarlos con estos desafíos es:
“Liderar empieza por suspender la incredulidad”.