Mejores Prácticas para Implementar un Onboarding Exitoso

La satisfacción de los colaboradores, su productividad y retención son pilares esenciales que una buena inducción puede potenciar de forma significativa.

El onboarding, que va más allá de un simple proceso de incorporación, se ha convertido en una herramienta estratégica y fundamental para las empresas. 

Este proceso tiene como objetivo no solo ayudar a los nuevos colaboradores a integrarse a la empresa, sino que también los alinea a la cultura organizacional y los prepara para asumir  sus responsabilidades laborales con éxito, logrando así fomentar un entorno laboral más eficiente y satisfactorio.

Tipos de Onboarding

Existen diversos enfoques para llevar a cabo el onboarding, cada uno de ellos se adapta a las necesidades y requerimientos de las empresas. 

1. Onboarding Presencial: este es el método tradicional, que implica la llegada física del nuevo colaborador a la empresa. Es ideal para facilitar la interacción directa con el equipo y el entorno laboral.
2. Onboarding Digital:  en el contexto actual de teletrabajo y de empresas con equipos distribuidos en diferentes regiones, el onboarding digital se vuelve especialmente útil al integrar herramientas tecnológicas que facilitan la inducción del colaborador de forma remota.
3. Onboarding Híbrido: al combinar elementos presenciales y digitales, es vital en este método priorizar la comunicación fluida y constante. Dar extra atención y hasta asignar un tutor, puede acelerar la integración y fortalecer el sentido de pertenencia del colaborador.

Un buen programa de onboarding te ayudará a mejorar y estandarizar el proceso de inducción, independientemente de su modalidad!

Cómo elaborar un programa de inducción de personal.

Antes de comenzar ¡Tomate tu tiempo! Hay muchos procesos por enseñar que pueden resultar un tanto abrumadores, por lo que es importante brindar espacios en los que se puedan resolver dudas y generar conversación.

Recordemos que un buen onboarding es capaz de empoderar a los colaboradores y hacerlos sentir bienvenidos. Por eso es crucial explicar con detalle la cultura de la empresa, como sus valores corporativos, la forma o canales con los que se comunican, organizan y trabajan en general. 

Para facilitar este proceso y asegurarse de que el onboarding sea una experiencia positiva y efectiva, te hemos preparado una serie de pasos clave que te guiarán en la creación de un programa estructurado y bien diseñado.

1. Definir los objetivos del onboarding: es vital establecer lo que esperas lograr con la inducción, estos objetivos pueden ser, por ejemplo, familiarizar al colaborador con la cultura organizacional, las herramientas de trabajo y su equipo, entre otros.
2. Identificar los contenidos clave: pregúntate ¿qué información es necesaria para que el colaborador cumpla su rol?  Ya sea desde políticas de la empresa, estructura organizacional, metas del departamento o herramientas digitales. No dejes ningún detalle fuera, puede marcar la diferencia!
3. Diseñar un cronograma: ¡Comienza la acción! Empieza por establecer un plan que abarque desde el primer día de onboarding hasta un seguimiento en los primeros meses del colaborador. En este puedes incluir actividades como reuniones con el equipo, capacitaciones, entre otros.
4. Incorporar material: prepara todo lo relacionado con guías, presentaciones, videos y todos los recursos que puedan facilitar la comprensión de la información. Un estudio de la Universidad de Minnesota destaca que el cerebro procesa elementos visuales 60,000 veces más rápido que el texto, y que estos mejoran el aprendizaje hasta en un 400%. ¡Aprovecha esta información y úsala a tu favor!
5. Asignar roles y responsabilidades: designa y delega a las personas encargadas de liderar cada etapa del programa. Ya sea de Recursos Humanos, o líderes de otras áreas que también tengan presentaciones en el onboarding.
6. Incluir evaluaciones y retroalimentación: finalmente esto te ayudará para evaluar la efectividad del onboarding y obtener feedback de las áreas de mejora.

En conclusión, un programa de onboarding bien implementado es una oportunidad invaluable para crear una conexión genuina entre la empresa y los colaboradores. ¡No desaproveches esta primera etapa! Sembrar las bases de una relación laboral sólida, alineada con los objetivos y valores de la empresa te ayudará en el proceso de cultivar un entorno y lugar de trabajo mucho más feliz.

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