Cada 21 de abril se celebra el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, una fecha impulsada por las Naciones Unidas para visibilizar la importancia de estas capacidades humanas como motores del desarrollo, la resolución de problemas y el crecimiento económico. Es también una oportunidad para reflexionar sobre el rol que juegan la creatividad y la innovación en el mundo laboral, y cómo su fomento impacta directamente en la productividad, el bienestar y la competitividad de las organizaciones.
Aunque suelen usarse como sinónimos, la creatividad se refiere a la capacidad de generar ideas originales y valiosas, mientras que la innovación implica llevar esas ideas a la práctica para mejorar procesos, productos, servicios o modelos de negocio. Ambas son indispensables en un entorno empresarial que evoluciona rápidamente y donde la adaptabilidad se ha convertido en una ventaja clave.
De acuerdo con el Global Innovation Index 2024, la capacidad de innovar es un factor clave para impulsar la prosperidad tanto de los países como de sus empresas. Sin embargo, América Latina continúa enfrentando desafíos estructurales en este ámbito, como la baja inversión en investigación y desarrollo (I+D), niveles limitados de digitalización y modelos organizativos poco flexibles, que dificultan el avance hacia economías más competitivas y sostenibles.
La Encuesta Work in Progress 2025 de Buk, que analizó las percepciones de más de 5,000 colaboradores en Chile, Colombia, México y Perú, revela un panorama alentador pero con espacio para crecer en relación con la creatividad y la innovación de las empresas de la región:
En este sentido, de acuerdo con McKinsey & Company, fomentar la innovación es clave, ya que las organizaciones con una fuerte cultura de innovación son mucho más propensas a tener éxito cuando se trata de transformaciones digitales, lo que además las ayuda a distinguirse y diferenciarse positivamente de sus competidores.
Ahora bien, de acuerdo con investigaciones de varias universidades, el liderazgo es uno de los pilares más importantes cuando se habla de creatividad e innovación en el trabajo. Las y los líderes son quienes crean las condiciones para que las ideas fluyan, se escuchen y se implementen. Y esto no solo se nota en los procesos, sino también en la percepción que tienen los equipos respecto a si se fomenta la creatividad y la innovación.
Según los datos de Buk:
En este sentido, de acuerdo con el World Bank Institute, el liderazgo es uno de los predictores clave del desempeño en la innovación. El comportamiento de los líderes envía señales poderosas a sus equipos que pueden frenar la creatividad y la innovación: si hablan de innovación pero no la respaldan con acciones, la obstaculizan. Y si además no modelan conductas innovadoras —como asumir riesgos o estar abiertos a nuevas ideas— también limitan la creatividad y la innovación. Es por esto que el rol del liderazgo es clave.
Fomentar la creatividad y la innovación no solo impulsa la competitividad de las empresas, sino que también tiene un resultado positivo en el bienestar y desempeño de los colaboradores.
Entre los principales beneficios de promover entornos laborales creativos e innovadores destacan:
El 65% de los colaboradores que consideran que su empresa fomenta la creatividad y la innovación se declara feliz en su entorno laboral. En contraste, solo el 32% de quienes no perciben este tipo de cultura empresarial afirma sentirse feliz en el trabajo.
El 85% de los colaboradores que trabajan en empresas que fomentan la creatividad confían en su jefatura directa, frente a sólo 51% en empresas donde esta cultura no está presente.
La innovación también promueve una cultura de aprendizaje: el 85% de los colaboradores en entornos creativos afirman actualizar frecuentemente sus conocimientos y habilidades. En cambio, en entornos donde no se fomenta la innovación, solo el 62% trabaja por mantenerse actualizado.
Fomentar la creatividad y la innovación en las organizaciones no solo impulsa el crecimiento empresarial, sino que también crea un entorno donde los colaboradores se sienten valorados y comprometidos. En el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, es esencial que las empresas reconozcan que invertir en una cultura innovadora es invertir en su recurso más valioso: su gente.