La llegada de un nuevo año implica para muchas familias el inicio de su período de vacaciones, y así lo confirmó un reciente estudio de Buk, que arrojó que la tercera y segunda semana de febrero, respectivamente, son las preferidas por los trabajadores para aprovechar sus vacaciones legales.
En el estudio, se analizaron las vacaciones aprobadas entre noviembre de 2022 y noviembre de 2023, y consideraron un total de 937.342 de trabajadores, más del 10% del total de ocupación formal en Chile. Los resultados mostraron que la tercera y la segunda semana de febrero son aquellas en las que un mayor porcentaje de personas están de vacaciones dentro de las organizaciones, dado que cerca de un 15% de los trabajadores solicitan permisos de vacaciones laborales para esos días.
Esta cifra es muy superior al promedio anual, la cual indica que el promedio durante el año es que las organizaciones tengan cerca de un 6% de sus trabajadores de vacaciones. Por esto, dichos estos datos evidencian que es clave que las organizaciones puedan planificar este período , tomando en cuenta la gran proporción de personas que se ausentan estas semanas.
Ahora bien, pese a que estas dos semanas mencionadas son las que encabezan la lista, tanto enero como febrero se caracterizan por ser el período de vacaciones en Chile más preferido. Luego, le siguen las semanas de enero, julio y septiembre, períodos que coinciden con las vacaciones escolares.
Durante el período de mejor clima en Chile, que además coincide con las vacaciones escolares, se generan peaks en los porcentajes de colaboradores que se encuentran de vacaciones. “Este 2024 veremos si existe algún cambio en esta tendencia debido a la entrada en vigencia de la Ley de Conciliación personal, familiar y laboral, en la que se dará prioridad a los cuidadores de menores de 14 años para solicitar sus vacaciones durante este período. En este sentido, es probable que desde las empresas se promueva que aquellas personas que no son cuidadoras tengan períodos de descanso en otros meses del año”, destaca Lesley Warren, Head of Research de Buk.
Si bien la distribución de vacaciones a lo largo del año es similar entre industrias, existe cierta dispersión, sobre todo en el mes de febrero: los datos muestran que el sector de educación es el que destaca con el punto más alto en porcentaje de colaboradores de vacaciones, mientras que el rubro de alojamiento y servicio de comidas es el que tiene un menor porcentaje.
Aunque la mayoría de los sectores destaca por tener una estacionalidad clara, donde algunos meses tienen períodos de vacaciones considerablemente mayores al resto del año, algunas industrias se comportan de un modo distinto. Este es, por ejemplo, el caso del rubro de la salud, donde a lo largo de todo el año el porcentaje de colaboradores de vacaciones se mantiene sobre un 10%, en contraste con el resto de la muestra. Una explicación a esto podría ser la Ley publicada en 2023 que otorga 14 días de vacaciones laborales como compensación a los días de trabajo más álgidos durante la pandemia.
Por el contrario, otros sectores como la minería, la construcción y el suministro de energía y de agua mantienen un número menor de colaboradores de vacaciones por semana, en torno a un 5%. Lo anterior evidencia que existen industrias que requieren una gestión constante para cubrir de manera adecuada las bajas, mientras que hay otros que concentran dicha gestión durante los períodos más solicitados.
¿Y la fecha en la que menos personas piden vacaciones? Esta se da durante mayo, mes que promedia la menor proporción de trabajadores de vacaciones, con un promedio de un 4% por semana. Así, mayo se alza como el único mes del año que no presenta una semana peak, en la que el porcentaje de personas de vacaciones sea superior al 6%.
Es importante que las empresas puedan anticipar y preparar de manera ordenada estos períodos: realizar un levantamiento de qué actividades indispensables llevan a cabo los colaboradores, realizar un buen traspaso de aquellas que no puedan dejar de realizarse; coordinar y comunicar adecuadamente las vacaciones en los distintos equipos de modo que sigan cumpliéndose los objetivos, evaluar si se requiere fortalecer equipos durante el período para mantener la operación, y priorizar las actividades, entendiendo que habrá menos capacidad. Lesley Warren, Head of Research de Buk, señala que “esto es fundamental para que las organizaciones puedan velar por el real descanso de sus colaboradores, sin que el negocio se vea afectado con la disminución de personas disponibles”.
Tomando en cuenta más de 1.3 millones de permisos otorgados en el período examinado, Buk identificó que un 19,4% de las personas no se tomó vacaciones en los últimos 12 meses, y un 45,3% se tomó como máximo una semana de vacaciones contínua.
Estas cifras muestran que, si se estudia la solicitud de vacaciones laborales más larga por cada colaborador en el período de estudio, la cantidad de días tomados es inferior a las recomendaciones existentes en el tema. Aunque es difícil poder aconsejar una cantidad exacta de días de vacaciones óptimos para todos los trabajadores, algunos estudios, como el “Journal of Happiness Studies”, muestran que a partir de los 8 días corridos de vacaciones se comienza a observar un peak en el bienestar de las personas. Sin embargo, este período varía dependiendo de las características del empleado, su cargo, responsabilidades, y otros factores.
“Existe evidencia que sugiere que el descanso óptimo de vacaciones se da a partir de los ocho días corridos. Esto generaría una real desconexión que va en beneficio tanto de la persona, como también de la empresa. Lo que nos muestran los datos es que solo un 18% de las personas se tomaron esta cantidad de días corridos de descanso, y lo que es más preocupante, un alto porcentaje (19,4%) no tomó ningún día de descanso durante el 2023, habiendo trabajado durante todo el período”, indicó Lesley Warren.
Considerando este déficit, es fundamental que las organizaciones puedan impulsar a sus trabajadores a que tomen períodos de vacaciones más largos que los que piden hoy. Aunque en principio esto pueda parecer desafiante debido a los ajustes y preparaciones que se requieren para preparar a los equipos para suplir el trabajo, la evidencia es contundente respecto a los beneficios que un buen descanso puede tener posteriormente en la productividad y la satisfacción con el trabajo.
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