Sabemos que hoy la capacidad de desarrollar nuevas habilidades de forma rápida y estratégica es la forma de competir entre empresas. Ya no es solo entregar cursos de capacitación a tus colaboradores, ahora las empresas deben darle un enfoque más nuevo y efectivo a las rutas de aprendizaje.
Estas rutas de aprendizaje no solo potencian el talento interno, sino que se alinean directamente con los objetivos de la empresa, creando un ecosistema donde el crecimiento del colaborador y el de la empresa van de la mano.
El impacto de invertir en el desarrollo de los empleados si es medible y trae beneficios a montones. Según un informe de la Asociación para el Desarrollo del Talento (ATD), las organizaciones que implementan programas de capacitación robustos pueden experimentar un aumento del 21% en su rentabilidad y un 24% de mejora en la productividad.
Más aún, en un mercado laboral competitivo, la formación es un factor clave de retención. Un estudio de McKinsey citado por Alkemy revela que para el 94% de los empleados, la inversión en su desarrollo es una razón fundamental para permanecer en una compañía.
Estos datos demuestran que las rutas de aprendizaje no son un gasto, sino una de las inversiones más estratégicas que una empresa puede realizar hoy.
Una ruta de aprendizaje (o learning path) es una secuencia curada y estructurada de actividades de aprendizaje diseñada para ayudar a una persona a desarrollar las competencias necesarias para dominar una habilidad específica, prepararse para un nuevo rol o cerrar una brecha de desempeño.
A diferencia de un catálogo de cursos, una ruta de aprendizaje funciona como un mapa GPS profesional: guía al colaborador paso a paso, en el orden correcto, a través de distintos formatos como e-learning, microlearning, proyectos prácticos, mentorías y evaluaciones, hasta alcanzar un objetivo claro y predefinido.
Según el Informe de Aprendizaje en el Lugar de Trabajo 2024 de LinkedIn Learning, alinear el aprendizaje con los objetivos del negocio es la prioridad número uno para los departamentos de L&D (Aprendizaje y Desarrollo) por segundo año consecutivo. Las rutas de aprendizaje son la herramienta perfecta para lograr esta alineación, ya que se diseñan con un propósito estratégico.
El reconocido analista de industria y referente en RR.HH., Josh Bersin, va un paso más allá y habla de “Career Pathways” (rutas de carrera). Bersin argumenta que las empresas más innovadoras no piensan en caminos lineales, sino en rutas que permiten a los empleados moverse lateralmente y adquirir habilidades adyacentes, preparándolos para los roles del futuro dentro de la misma organización. Esto no solo es más económico que contratar nuevo talento, sino que también genera un profundo sentido de lealtad y oportunidad.
Los componentes clave de una ruta de aprendizaje efectiva incluyen:
Aunque a menudo se usan indistintamente, es fundamental entender la diferencia estratégica entre una malla de aprendizaje y una ruta de aprendizaje. La elección entre una y otra depende del objetivo que se persiga.
Característica |
Malla de Aprendizaje |
Ruta de Aprendizaje |
Estructura |
Es un conjunto de recursos de aprendizaje no necesariamente secuencial. Como una biblioteca o un menú de opciones. |
Es una secuencia curada y ordenada de pasos. Es un mapa con un inicio y un fin definidos. |
Objetivo |
Exploración y auto-desarrollo. Permite al colaborador explorar diversos temas de interés a su propio ritmo y elección. |
Dominio de competencias específicas. Está diseñada para cerrar brechas de habilidades o preparar para un rol concreto. |
Navegación |
Dirigida por el colaborador. La persona elige qué, cuándo y en qué orden aprender. |
Guiada y estructurada. El camino está predefinido para garantizar la adquisición lógica del conocimiento. |
Caso de Uso |
Fomentar una cultura de curiosidad y aprendizaje continuo, donde los empleados tienen autonomía para aprender sobre nuevas áreas. |
Realizar upskilling o reskilling para un puesto, hacer onboarding de nuevos talentos o estandarizar un nivel de competencia en un equipo. |
En resumen, mientras una malla ofrece flexibilidad y autonomía, una ruta ofrece dirección y un resultado . Las organizaciones más maduras en su estrategia de L&D utilizan ambas: mallas para el aprendizaje continuo y exploratorio, y rutas para el desarrollo estratégico y dirigido.
En Buk estamos conscientes de que una ruta de aprendizaje no solo es un beneficio para los colaboradores sino un beneficio para el futuro de la empresa.
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