Conoce los diferentes tipos de capacitación

¿Sabías que el 40% de los colaboradores considera dejar su trabajo si no ve oportunidades claras de desarrollo profesional? En un entorno donde atraer y retener talento es cada vez más desafiante, contar con un programa de capacitación efectivo puede marcar la diferencia entre una empresa que crece y otra que se estanca.
La capacitación laboral no solo mejora habilidades técnicas o blandas: también fortalece la motivación, fomenta la innovación y crea una cultura organizacional más resiliente. En esta guía te explicamos los principales tipos de capacitación, sus diferencias y cuándo aplicarlos estratégicamente en tu empresa.
¿Por qué es clave invertir en capacitación?
La capacitación es una herramienta estratégica que permite a las empresas mantenerse competitivas. Según la OIT, invertir en desarrollo profesional mejora la productividad, reduce la rotación de personal y eleva la calidad del trabajo. Además, un equipo bien capacitado se adapta mejor a los cambios tecnológicos y regulatorios.
Tipos de capacitación para empresas
Existen diversas formas de capacitar a tu equipo, cada una con objetivos y formatos distintos. A continuación, te presentamos las principales categorías:
Capacitación para el trabajo
Este tipo de capacitación se entrega antes de que el colaborador comience sus funciones o cuando asume un nuevo cargo. Su propósito es preparar a la persona para las tareas específicas que realizará.
Incluye:
- Capacitación pre-ingreso: Ej. formación en normas de seguridad industrial antes de ingresar a una planta.
- Inducción: Presentación de la cultura organizacional, misión, valores y estructura del equipo.
- Capacitación por promoción: Formación específica para quienes asumen nuevos desafíos (por ejemplo, un vendedor que se convierte en jefe de ventas).
¿Cuándo aplicarla? Ideal para nuevos ingresos, promociones o incorporaciones a nuevos equipos.
Capacitación en el trabajo
Se entrega durante el desarrollo del trabajo, y puede ser de dos tipos:
1. Capacitación técnica
Desarrolla habilidades específicas para mejorar el desempeño operativo.
Ejemplos:
- Actualización en herramientas de software (Excel, CRM, IA).
- Manejo de nuevas tecnologías o procesos productivos.
- Formación en normativas legales o de cumplimiento.
2. Desarrollo de habilidades blandas
Fortalece competencias transversales -habilidades blandas- necesarias para una buena convivencia laboral y liderazgo.
Ejemplos:
- Comunicación efectiva, trabajo en equipo, resolución de conflictos.
- Liderazgo situacional o gestión del cambio.
- Inteligencia emocional y empatía en entornos híbridos.
¿Cuándo aplicarla? De forma continua, como parte del desarrollo profesional del equipo.
Capacitación informal
Ocurre de forma espontánea o no estructurada, generalmente dentro del ambiente laboral.
Ejemplos:
- Un colega enseña a otro a usar una herramienta.
- Reuniones donde se comparten buenas prácticas.
- Mentorías entre pares.
¿Cuándo aplicarla? Ideal para fomentar una cultura de aprendizaje continuo sin grandes inversiones.
Capacitación formal
Se realiza a través de instituciones o metodologías estructuradas. Puede incluir cursos, diplomados, certificaciones o entrenamientos externos.
Ejemplos:
- Cursos e-learning certificados por SENCE.
- Diplomados en liderazgo organizacional.
- Programas de formación técnica financiados por franquicia tributaria.
¿Cuándo aplicarla? Cuando se requiere validación oficial, actualización especializada o transformación cultural profunda.
¿Cómo implementar un plan de capacitación efectivo?
- Diagnostica necesidades: Evalúa brechas de habilidades con encuestas, entrevistas o KPIs.
- Define objetivos claros: ¿Buscas aumentar la productividad? ¿Reducir rotación? ¿Desarrollar líderes?
- Elige el tipo de capacitación adecuada: Mezcla formatos según el perfil de tu equipo.
- Mide resultados: Usa indicadores como mejoras en desempeño, satisfacción laboral o tasa de retención.
- Hazlo parte de la cultura: Capacitar no debe ser una excepción, sino un hábito organizacional.
Capacitar hoy es asegurar el futuro
La capacitación no es un gasto, es una inversión estratégica. Empresas que capacitan con propósito logran atraer, fidelizar y potenciar a su talento. Además, generan entornos más colaborativos, resilientes y productivos.
¿Ya tienes un plan de capacitación definido? Si no, este es el momento de actuar. Evalúa las necesidades de tu equipo y da el primer paso hacia una cultura de aprendizaje continuo.
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